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Hace tiempo que sigo, en Terra, el blog de Flor Zapata, madre de Helena, es realmente conmovedor este blog, es realmente admirable esta mujer.
Helena era una joven de 20 años a la que un conductor borracho mató en un accidente de tráfico.
Como siempre ocurre no se matan ellos, no, matan a gente inocente que, como Helena, circulan a su alrededor, sin ser conscientes del peligro que tienen cerca.
Cuando empecé a leer a Flor me impactó, sobre todo porque me vi reflejada en su hija, yo con mucha más suerte que ella por supuesto, porque sigo viva.
Yo también circulaba, en mi caso un 22 de agosto por una autovía a las afueras de Madrid, junto con mi entonces chico, yo también tenía sólo 20 años, a mí también me llevó por delante un coche con un conductor ebrio que volvía de tomar copas, en mi caso fue a las 7 de la mañana, mi chico y yo íbamos a trabajar.
No llegamos claro, acabamos en el hospital Puerta de Hierro los dos, mi coche, fue siniestro total, acabó en un desgüace, para chatarra.
El borracho apenas unos rasguños, nada importante, tan sólo su tremenda borrachera que le impedía mantenerse en pie, esto me lo contó mi chico de entonces porque yo estuve dos semanas sin acordarme de nada, de nada nada, como nota de humor, que es de lo único que me río cuando lo recuerdo, es que preguntaba las cosas 20 veces porque mi cerebro no las retenía más de un minuto, tenía a mi familia loca, además de por el susto del accidente, por lo pesadita que estaba.
Aún hoy sigo sin acordarme de nada de aquel accidente y ya han llovido muchísimos años, mi cerebro lo bloqueó y nunca más se supo.
Poco a poco fui recuperándome y volví a llevar una vida normal.
Helena no tuvo esa suerte.
Estos días he llorado leyendo a Flor Zapata, madre de Helena.
Ahora, tengo dos hijas pequeñas y sé lo que significa ser madre, ahora sé lo que se sufre por un hijo, lo que se les quiere, lo que se haría por ellos, lo que no sé es lo que pasa cuando lo pierdes, ni quiero saberlo, por supuesto, sólo de pensarlo se me ponen los pelos de punta.
No quiero ni imaginarlo.
Tan sólo ofrezco también mi blog para desde aquí hacer un llamamiento de concienciación a toda la gente, especialmente a los jóvenes que cada fin de semana salen, beben y conducen, que no lo hagan, por favor, que se están jugando su vida y la de todos los demás que están a su alrededor, que si no lo hacen por ellos que lo hagan por sus padres, para no hacerlos sufrir, aunque yo creo que los que beben y conducen son tan inconscientes que no piensan en nada, son unos incautos, creo que la sociedad no está lo suficientemente concienciada aún.
¿Sabes algo Flor?
Yo, como os cuento, no me acuerdo de nada de mi accidente, pero sí conservo las fotos del estado en el que quedó mi coche, porque fue un impacto tan grande verlo en el desgüace que le saqué fotos y ahora me alegro infinito de ello porque pienso enseñárselo a mis hijas y a los amigos de mis hijas, cuando crezcan, para ver si esto ayuda a la concienciación de ellas y se dan más cuenta del peligro que corren con esa mezcla tan explosiva de alcohol y coche.
Por eso estos días leyendo a Flor he aprendido algo, además de concienciarme aún más del peligro del alcohol en la conducción por supuesto, he aprendido a disfrutar aún más de mis hijas.
Gracias Flor, me has ayudado a hacerme pensar, más aún, en la suerte que tengo de poder abrazarlas a todas horas, besarlas, acariciarlas, achucharlas, incluso regañarlas cuando se lo merecen para educarlas, sobre todo para educarlas que es tarea difícil ésta, pero que hay que intentar, educarlas en el civismo y respeto, en la responsabilidad hacia ellas y hacia el resto del mundo.
Me has enseñado a valorar lo que tengo a mi lado y a no pensar en el trabajo que dan, que lo dan, pero que estoy encantada con tenerlo.
¿Sabes?, muchas noches no duermo, cuando no es la mayor, pronto cumplirá 5 años y tiene miedos nocturnos a veces, y me llama: mamá...quiero que te quedes conmigo...
es la pequeña, pronto hará dos añitos, y quiere que la duerma en brazos y si se despierta también me reclama, bueno pues después de leerte he aprendido a disfrutar también de mis desvelos, porque, querida Flor, me he dado cuenta de que tú tampoco duermes y por una razón muchísimo peor que la mía, muchísimo peor.
Helena, qué nombre tan bonito y qué jovencita tan guapa era.
Sí, Flor, tenías una hija preciosa, alegre, y la sigues teniendo en tu corazón porque no desaparecen, se mantienen vivos en el recuerdo, en todo momento.
Gracias Flor.
Un beso enorme Helena, donde estés.
9 comentarios:
Bonito y emotivo post, ananda.
Yo también leo de tanto en tanto a Flor. No soy asidua como tampoco lo soy de grandes personas que escriben grandes cosas por aquí, y que a veces por casualidad les leo.
La gente que me rodea, la gente que conozco, es muy prudente al volante y muy respetuosa con el tema del alcohol.
Pero claro, no podemos controlar a todo el mundo que circula por las carreteras.
Yo a veces pienso que esa gente tan imprudente, que cogen un volante sabiendo que no deberían porque no van a poder, es porque no tienen un apego especial a la vida. No deben tener hijos, o no deben tener padres, o no deben importarles demasiado sus sentimientos.
Debe ser gente que siente más apego hacia ellos mismos: "yo sé que puedo conducir, no he bebido tanto, a mí no me va a pasar nada, eso les pasa a los demás,.....".
En fin, por mucho que mejoren las carreteras y por mucho que la ley endurezca las penas, lo que es necesario y primordial para evitar tantas muertes inútiles es la concienciación.
Y un buen medio para ello es que las personas que como tú o Flor hayáis pasado por esa experiencia contéis vuestro caso. Quiero creer que eso SÍ QUE SERÁ EFECTIVO.
Un beso.
Gracias Belkis, por tus palabras, pero tengo que decirte que Flor y yo no hemos pasado por lo mismo, ni de lejos, vamos.
Yo sufrí el accidente, pero afortunadamente no recuerdo nada, tan sólo me quedaron unas fotos y un mal sabor de boca por lo que me cuentan y sobre todo, y eso sí es importante, una concienciación total, pero Flor, la pena de Flor es eterna, ella sí que tiene mérito.
Un besazo.
Gracias por tus palabras.
Gracias por traernos hasta aquí: a Helena y a su madre.
Gracias por las flores. A Helena le habrían encantado.
Gracias por vivir.
Flor, madre de Helena.
P.D. Las fotos del coche de Helena no he querido ponerlas, aún, porque su chico vive, sobrevivió. No sé cómo reaccionaría.
Ananda, lo sé, sé que vuestras historias son diferentes y con finales contrapuestos. Pero tienen algo muy importante en común. Y la gente debería tener todas las versiones, las de la gente que sobrevivió como tú aunque no recuerden todos los detalles, y la de gente que no sobrevivió pero tienen ahí a alguien (en este caso a su madre) dispuestas a seguir luchando y concienciando para evitar más muertes injustas, innecesarias y evitables. Un abrazo a ambas.
Ananda y Flor vuestras palabras conmueven en gran sentimiento al leerlas.
Nos hacen reflexionar mucho.
Besos.
Goriot.
La madre de Helena es una luchadora nata. Como le pasa a Belkis no la leo siempre, pero si muchas veces. Tiene que ser terrible, terrible. No puedo decir nada más. Lo único que me parece genial que las multas, penas y demás se endurezcan porque si no a todos a muchos si les está sirviendo para ir con más cautela. Un beso muy fuerte para ti y para Flor.
Ananda, Flor, Belkis, todas: en esto mi opinión es categórica y firme.
Un coche es un arma. Se puede utilizar para matar, invalidar y destruir, tanto a discreción como de forma masiva.
Como tal habría que tratarlo: controles rigurosos de posesión, exémenes médicos periódicos, tanto de salud física como mental; ITVs más selectivos, eficaces y menos burocráticos. Controles-inspecciones por sorpresa y sin cita previa.
Al culpable de un accidente, se le quita el carné y se le lleva a la cárcel, tal y como se haría con el que tiene una pistola y la usa para matar. Al idiota que hace el loco con su vehículo, se le quita el carné y se le lleva a la cárcel, sin posibilidad de fianza. Al que es pillado conduciendo con alcohol, se le quita el carné, se le lleva a la cárcel y además, se le hace prestar servicios sociales a la comunidad: cuidar víctimas de accidentes de tráfico, cuidar de gente que está desintoxicándose del alcohol o las drogas. Cuidar de huérfanos y viudas de personas muertas por accidente de tráfico.
Prohibiría también que los cohces alcancen más allá de los 150 km/h, limitados de fábrica. Haría que todo aquél que hubiera provocado un accidente portara un letrero bien a la vista anunciándolo, para que los demás sepan su condición al primer golpe de vista. Obligatorio. Y si se niega a llevarlo, a la cárcel otra vez.
Si la educación, la prevención, la generosidad, el respeto y la cortesía no funcionan (y no es así en muchos, muchísimos casos), entonces mano dura, pero sin piedad, con todo el peso de la ley y sus consecuencias.
Cuando leo cosas como esta la verdad es que me quedo sin palabras. Es conmovedor y la vez provoca esa rabia que nace desde las vísceras cuando la injusticia es tan palpable. Decir inconscientes o irresponsables es poco, merecen palabras mayores que todos sabemos.
Un beso Ananda, y dos más para Helena y su madre.
Goriot,Mirola,Arturo,Estivalia, gracias por acompañarme a mí y gracias sobre todo por acompañar a Flor y a Helena, ellas, sobre todo, lo merecen.
Un besazo.